viernes, 7 de mayo de 2010

NUESTRO DELEGADO SINDICAL SE DIRIGE A TODOS NOSOTROS


 

NO PRETENDO CONVENCERTE


 

Por favor, te rogaría que terminases de leer este artículo. No pretendo convencerte, ni comerte la cabeza, ni rayarte, como dicen los jóvenes de ahora. Tan solo quiero que te pares un momento a reflexionar. Que te olvides por un momento si el Barsa va por delante del Madrid o viceversa; si Fernando Alonso va primero o tercero; o, si los"perdidos" ya se han encontrado.


 

Entiendo que metidos en la vorágine de noticias, acontecimientos, y programas televisivos nos cueste pararnos un rato a pensar ¿qué hago yo aquí y ahora? La propuesta de mi reflexión va encaminada a la necesidad, o no, de afiliación a un sindicato. Me planteo yo mismo esta pregunta y veo que no es fácil contestarla, por diversos motivos: Qué me proporciona esta afiliación, qué hacen y como actúan las personas que dirigen los sindicatos, creo que defienden realmente los derechos de los trabajadores o solo miran mantener su puesto de liberados. Desde luego son preguntas que todos nos hacemos, máxime, viendo algunas noticias en los periódicos, o simplemente contemplando casos que todos vemos en nuestro entorno. Realmente ¿son necesarios los sindicatos? Comentando esta misma pregunta con un familiar muy cercano, yo le argumenté que aunque solo sea por la capacidad que tienen de movilizar a los trabajadores en caso de agresión a sus derechos, estos son necesarios. Ciertamente, creo que en la actualidad no existe ninguna otra organización en nuestra sociedad que pueda movilizar y organizar a la población.


 

Podríamos fijarnos en esta frase: "El corazón tiene razones, que la razón no entiende" . Si tú
eres de los que les hierve la sangre ante cualquier injusticia, si crees que la riqueza de este mundo ha de estar mejor repartida, si crees en el dicho de"la unión hace la fuerza", eres un serio candidato a afiliarte. Esto son las razones del corazón. Pero llega la razón y dice: para que voy a complicarme la vida si todo va a seguir igual, mi afiliación no va a aportar nada nuevo, que puedo aportar yo con lo insignificante que soy, si no se expresar lo que quiero decir. Todas estas razones para cada uno pueden ser importantísimas, otros tendrán multitud de desengaños con los sindicatos, y otros simplemente ni se lo habrán planteado.

Vivimos en una sociedad donde los valores de antaño, asociacionismo, solidaridad, lucha de clases, ha perdido muchos enteros. Nos preocupamos de lo inmediato, de lo actual, sin preocuparnos mas allá de lo que serán las próximas vacaciones. La visión de futuro está en decadencia, incluso hasta mal vista "no se lo que voy a hacer mañana, como para preocuparme por el futuro", son frases muy comunes hoy.

El mundo laboral en el que nos movemos es un fiel reflejo de la sociedad, entre otras cosas por que somos nosotros juez y parte de esta situación. No podemos engañarnos, los sindicatos como las empresas la componen personas, y como tal, cada uno somos de nuestra madre. Quiero decir con esto que a la hora de afiliarnos pensemos en la base no en la cúpula que integran estas organizaciones. No son unos mejor que otros, a nivel de estructura, no son mejores personas unas que otras, aunque conozcamos casos que son de órdago. En lo que tenemos que fijarnos es en la labor del día a día, en la rapidez que dan en atender mis dudas y consultas, en el trato que dan a todos, afiliados y no afiliados. Son esos pequeños detalles cotidianos los que tienen que hacernos reflexionar sobre nuestra decisión de afiliación.

La situación económica y laboral que estamos viviendo actualmente, ha de ser un revulsivo para que todos trabajadores nos planteemos ¿quien va a defender todos los derechos conseguidos hasta el momento? los empresarios, los políticos y la banca en general están muy ocupados en taparse sus vergüenzas. Tendremos que ser los trabajadores y los que nos representan laboralmente, los que digamos que no vamos a perder ni un ápice de lo conseguido.

Pero, no solo tenemos derechos también tenemos obligaciones. Tenemos el deber de contribuir a una sociedad futura más justa, más equitativa, mejor a la que nos está tocando vivir. Tal y como lo hicieron nuestros padres con nosotros. Todos tenemos cosas que aportar a esta situación. Todos tenemos las herramientas necesarias para que se nos oiga. Todos somos cómplices de nuestro futuro.

Espero haberte hecho reflexionar un poco a ti, si no estas afiliado. Pero también espero haberte hecho reflexionar a ti, afiliado, para que participes dentro de la sección sindical y del sindicato, con tus opiniones, comentarios, críticas, y ganas de trabajar.


 

Salud compañeros.


 


 

Antonio Gutiérrez


 

Delegado Sindical de CC.OO. en Schindler Zaragoza