jueves, 12 de abril de 2012

SALUDO DEL DELEGADO SINDICAL

Zaragoza 12 de abril de 2012

Estimados compañeros.

En primer lugar quiero dedicaros a todos un cordial saludo en nombre de CCOO y en el mío propio como nuevo delegado en Schindler de este sindicato.

Para empezar me gustaría compartir con vosotros mi visión de la actualidad:

Para no perder mucho tiempo y cansaros resumiría diciendo que el viento nos viene a la contra. Crisis, paro, precariedad y para colmo de todos los males la reforma laboral. Los despidos ya no nos suenan lejanos pues ya hace un tiempo que están causando bajas en nuestras filas y en el horizonte los nubarrones son cada vez más negros. Vemos que nuestros propios directores que en no pocas ocasiones han querido halagarnos diciendo que el mayor activo de la compañía somos los trabajadores, en la práctica,no nos tratan acorde a la estima que dicen tenernos pues estamos viendo cómo la compañía va expulsando al paro a compañeros nuestros sin querer ni oír hablar de recolocaciones en fábrica, donde hay trabajo y más que habría si no se lo llevaran a talleres auxiliares.

Sé que actualmente los sindicatos y los sindicalistas en general no gozamos de la simpatía de algunos trabajadores. En lo que a mí respecta no voy a hacer defensa ni de los unos ni de los otros porque sí que entiendo algunas razones que a veces se esgrimen. Sin embargo sí que quiero defender de forma contundente al sindicalismo como la única herramienta eficaz que los trabajadores hemos sido capaces de darnos a nosotros mismos para, a lo largo de la historia, luchar por nuestra dignidad e ir consiguiendo derechos laborales y sociales.

Desde mi nuevo cargo de delegado sindical no pretendo que mi defensa del sindicalismo se quede en mera retórica argumental; es mi intención hacer todo lo que esté en mi mano por contribuir a dignificar más, si cabe, ese sindicalismo del que hablo, para que de este modo nuestro sindicato pueda ser percibido y apreciado como una herramienta valiosa a nuestro servicio. Para ello cuento con ilusión y ganas. Pero también es necesario recordar una vez más que el sindicalismo y los sindicatos no son nada sin los trabajadores, sin todos vosotros, y que por lo tanto es conveniente que nos comprometamos en esta tarea que tiene que ser de todos y para todos. Para ello, desde nuestra libertad y preferencias, un primer paso que es conveniente que nos planteemos dar es el de la afiliación para continuar con una participación activa que supere el infantilismo de quedarnos en el "¿qué hace el sindicato por mí?" Y pasar a una actitud adulta de plantearnos"¿qué puedo hacer yo por el sindicato?", teniendo la seguridad de que desde esta dinámica de participación los frutos van llegando para todos de forma colectiva y muchas veces también de forma individual.

Como trabajadores tenemos una responsabilidad hacia la empresa que no podemos descuidar pero a la par tenemos que exigir siempre que se respeten nuestros derechos y la responsabilidad social que la empresa tiene. En este sentido veo imprescindible que fomentemos entre nosotros el debate de que el individualismo y la defensa sólo de 'mis intereses personales' nos llevan a un camino de soledad, rivalidad, incertidumbre y miedos que nos abocan a la sumisión, el servilismo y la 'meritocracia' para no caer en la desgracia de dejar de ser queridos por nuestros superiores. ¡Hagamos valer aquello de que la unión hace la fuerza!

No quisiera despedirme sin recordar a todos lo de la reforma laboral. Es imprescindible que cada uno de nosotros hagamos el esfuerzo de querer enterarnos en qué consiste y qué efectos va a tener sobre nuestras vidas, la de nuestros hijos y todo el mundo en general. Los sindicatos estamos dedicando muchos medios y esfuerzos para explicarla y contrarrestar el mensaje machacón de quien quiere hacernos creer que esto es bueno para nosotros. ¡No se puede pretender salir de la crisis y construir una sociedad justa dejando a una mayoría de la misma, los trabajadores asalariados, a merced de la discrecionalidad de los patronos! De la crisis hay que salir con un esfuerzo equitativo por parte de todos, empezando por los que más responsabilidad tienen en ella y asegurando que todos estamos igualdad de condiciones para dialogar. La reforma laboral se carga todo esto y muchas cosas más. Ya dimos un buen ejemplo con la respuesta del día 29 en la huelga general pero no podemos relajarnos puesto que la batalla se antoja larga y duradera. El próximo 1 de mayo tenemos otra oportunidad de dejar claro a los que nos quieren dejar en el camino que sin nosotros, la clase trabajadora no se va a ninguna parte.

Me gustaría hablar de muchas cosas más pero no quiero extender más. Tan solo insistir en dejar claro que estoy a disposición de cualquiera de vosotros, afiliados o no.

Un cordial saludo para todos

Longinos Rived