Queridos compañeros:
El pasado viernes 23 de marzo deje de pertenecer a la plantilla de Schindler.
Como todos sabéis todo comenzó con el injusto e injustificado traslado del área de administración de las sucursales. Han sido 5 meses de dura lucha de presiones continuas que en muchos momentos os puedo asegurar que han sido insoportables. En todo este tiempo lo único que me ha dado fuerzas para seguir adelante ha sido el incondicional apoyo de mi familia, el esfuerzo realizado por la sección sindical de UGT, las fuerzas y el cariño que me han sabido trasmitir mis queridos compañeros y amigos de la sección sindical de CCOO y como no todos y cada uno de vosotros que sin vuestro apoyo mi lucha ni tan siquiera hubiera comenzado.
La suspensión del juicio de Zaragoza, los últimos despidos, las calumnias, el estado de ánimo de mis hijos e incluso las recomendaciones médicas han hecho que tome la decisión más dura a la que nunca me he tenido que enfrentar.
Me voy decepcionada y triste ya que este no es el final que yo esperaba, pero a la vez orgullosa de mis compañeros, os aseguro que en mi corazón no hay resentimiento tan solo pena por dejar lo que ha sido parte de mi y de mi familia durante tantos años primero en Grupo de Elevadores (perteneciente al Grupo Schindler) y luego en Schindler .
Tened en cuenta que sois vosotros con vuestro esfuerzo diario y con el cariño a esta empresa los que hacéis que Schindler ocupe los primeros puestos en el liderazgo mundial. Así lo he creído siempre y así lo he defendido, no dejéis que nadie por muchos galones que tenga os convenza de lo contrario. Schindler es lo que es gracias al gran equipo humano que lo forma.
Tan solo despedirme deseando lo mejor a todos y cada uno de vosotros y recordad que unidos somos más fuertes.
Ana Belén Barril.
