miércoles, 27 de octubre de 2010

LIBRE OPINION

CRISIS, REFORMA LABORAL, HUELGA Y VACACIONES


 


 

Quien más o quien menos ya estamos hartos de oír hablar de esta crisis, que se está haciendo muy muy larga, sobre todo para los que la están sufriendo en forma de paro, desahucios, etc. Pero siempre se ha dicho que las crisis son oportunidades para avanzar si sabemos reconocer las causas que las provocan y actuar para corregirlas.

Cuatro millones de parados son muchos parados para que nuestra sociedad lo pueda soportar durante mucho tiempo. Es una situación que exige el máximo interés por parte de todos para solucionarla. A nuestro nivel, como trabajadores, también podemos aportar nuestro granito de arena para colaborar a que la crisis sea menos severa… ¿cómo? En España se realizan cada semana un total de 6.154.100 horas extraordinarias (según datos del INE). Esta cantidad de horas extras suponen muchísimos miles de puestos de trabajo tan necesarios para aliviar las necesidades de muchos trabajadores como nosotros. En nuestra empresa se están realizando últimamente muchas horas; parte las hacen los trabajadores de ETT, que no están en situación de no hacerlas porque todos sabemos cuáles podrían ser las consecuencias; y otra parte las estamos realizando los trabajadores fijos, que sí estamos en situación de decidir hacerlas o no…

Creo que una buena pregunta que nos podemos hacer es: "¿Estoy ayudando a la posibilidad de crear empleo o por el contrario estoy acaparando el trabajo que otros necesitan?" "¿Estoy agravando la crisis o colaboro para que no sea tan severa?"

Decir no a las horas extras no daña a la empresa, quizá disminuye un poquito sus beneficios y complica las cosas un poco a los que cobran para organizar. Decir sí, si hace daño a los que no encuentran un empleo.

Decir no a las horas extras no es para hacer daño a la empresa sino por colaborar para que pueda trabajar quien ahora está parado.


 

Para solucionar la crisis (dicen), nos han vomitado encima la reforma laboral. Todos sabemos, y el que no lo sabe es porque no ha tenido el más mínimo interés por saberlo, que con esta reforma nos hemos quedado todos muy pero que muy mal.

Desde siempre, cuando los trabajadores hemos luchado por nuestros derechos hemos tenido que seguir un itinerario lógico para conseguirlo: diálogo, negociación, movilizaciones y, si aún así no ha podido ser, huelga, con el sacrificio que eso conlleva. La huelga nunca ha sido una opción deseada, pero tomada la decisión de llevarla a la práctica, el día de huelga siempre ha sido un día con aire festivo (no vacacional) entendido así como expresión de la alegría que sentimos porque somos capaces de unirnos para luchar por nuestros derechos, por nuestra dignidad de trabajadores, porque nos sentimos parte de un todo con sentido.

¡Nunca los derechos se han ganado yéndose los trabajadores de vacaciones! Pero parece que muchos no lo ven así en nuestra empresa y frente a la opción de huelga general han sucumbido a los cantos de sirena de la empresa y han preferido disfrutar de un día de vacaciones pagadas mientras otros sacrificábamos nuestro salario y nuestro tiempo por luchar por nuestros derechos que son también los suyos.

¡Ninguna simpatía hacia esa postura individualista, interesada e insolidaria, ningún reconocimiento!

Por el contrario creo que sí es conveniente poner en valor la opción que otros hemos tomado de rechazar esa posibilidad que estuvo al alcance de todos. Y creo que hay que ponerla en valor porque con los tiempos que corren es fácil dejarse caer en la tentación de pensar que es una estupidez mantenerse en posturas de lucha en lugar de sumarse al carro de los 'sálvese quien pueda, que lo hagan por mí y tonto el último'. Cuando se lucha con honestidad y entrega se puede conseguir más o menos de lo que se perseguía, pero la dignidad queda intacta.


 


 


 

Domingo Casaos Mairal

Mantenimiento SDS