lunes, 1 de octubre de 2012

«¡Que soy compañero, coño!»


Desubrimos los trucos y estrategias que emplea la policía para camuflarse entre manifestantes

infiltrado
¿Tuviste una infancia traumática? ¿Tus compañeros del cole te robaban cada día el bocata para darle de comer a las palomas, y en el patio no había palomas? O simplemente, ¿te pone la zurra? ¡Pues estás de enhorabuena! Porque, tal y como vimos durante el 25S, en este Estado de Derecho está permitido que la policía encienda la mecha de la violencia para justificar el combatirla con más violencia. Y para que veas que tú también tienes un lugar en el sistema, llega… “¡QUE SOY COMPAÑERO, COÑO!” La guía con todo lo que necesitas para hacer de ti un auténtico poli infiltrado.
¿Todavía no estás convencido de hacerte con este manual? Pues atento, aquí va una pequeña muestra gratuita:
KIT DE CAMUFLAJE BÁSICO 1. El Pasamontañas: Los manifas son como los chinos: Hay demasiado y son indistinguibles. Ellos no necesitan cubrirse la cabeza para evitar ser identificados, pero tú sí. Para tales efectos, el pasamontañas es la prenda ideal. Además, con la cara tapada nadie podrá ver que tus músculos faciales están completamente desencajados por el miedo.
KIT DE CAMUFLAJE BÁSICO 2. La Riñonera o Sudadera con bolsillos: Este accesorio profiere un aspecto andrajoso y desenfadado que los fascistas anti-sistema adoran. La utilizan para almacenar la cocaína líquida que se fuman por la vena. En nuestro caso, será un complemento ideal para guardar el número de placa, que mostraremos en caso de que un manifestante lo exija. ¡JAJAJA! Es broma, jamás damos el número de placa.
SÍMBOLOS DE IZQUIERDA ABSURDOS. El antisistema siempre trae consigo algún instrumento simbólico, ya sean pancartas, cartelitos o camisetas con la cara de un sujeto que todavía no hemos podido identificar, pero que parece el “Ecce Homo” de Borja con boina. Nuestra recomendación es que lleves una bandera roja o negra, sin ningún tipo de sentido justificable y que sea exactamente igual a la de tus compañeros infiltrados. Gracias a ella, podremos identificarte, porque nadie sería tan gilipollas como para ir a una manifestación a reivindicar un símbolo que no significa nada.
LA HORA DE LAS CASTAÑAS. Recuerda que eres un funcionario del Estado y estás en esta manifa por un único motivo: Desprestigiar a los ciudadanos que pagan tu sueldo con sus impuestos. Sitúate en primera fila, déjate conmover por la mirada acristalada de tus compañeros y atízales una buena zurra con tu banderita.¿Sabes aquellos a quienes llaman “los violentos”? ¡Pues eres tú!
Hasta aquí nuestro pequeño avance de “¡Que soy compañero, coño!” la guía definitiva para convertirte en un policía infiltrado. Lo de como detener a manifas sin siquiera cambiarte de ropa ya te lo contaremos cuando te la compres.
No olvides que si realizas tu compra ahora mismo, por el mismo precio, recibirás un antisistema disecado y dos entradas para la obra que lo está petando entre la UIP: “¡Que soy compañero, coño!”, El Musical.

Articulo rescatado de la version digital de El Jueves.