Recogemos con gran ilusión y afecto el artículo que nos ha hecho llegar un compañero.
Desde aquí animaros a hacernos llegar todo tipo de documentación, artículos, noticias que penséis que son de interés para todos los que visitan este blog. Para ello hacerlo llegar a cualquier miembro de la sección sindical.
PAJARICO
Estaba el otro día cumpliendo las obligaciones que tengo contraídas con el sindicato de riegos del término de Mamblas, las cuales consisten en, limpiar de brozas, suciedades y reparar cuántos desperfectos se hayan producido en las acequias y brazales del término.
Y allí estaba yo obedeciendo dicho requerimiento, pues tras el fallecimiento de mi padre, me convertí en heredero de una pequeña finca de regadío, la cual, a pesar de estar pobremente administrada, no queda exenta de estas obligaciones.
Nada me hacía presagiar que iba a ser testigo de primera mano de un suceso que me tendría gran parte del día preocupado y meditabundo tras la ejecución de tan pesada y ancestral tarea.
Mientras cortaba y quemaba las malas hierbas, rascaba y perfilaba el fondo del riego usando una azada y una pala con filo, de repente…un pajarico, de unos cinco centímetros de de longitud y no más de veinticinco gramicos de furibunda vitalidad, mostrase dispuesto a expulsarme de lo que no cabía duda alguna, la avecilla en cuestión, consideraba su territorio. Y, cuando digo, "furibunda vitalidad", es sin duda, porque durante las más de dos horas y media que estuve enfrascado en la tarea, ahí estuvo el "culirojo", sin escatimar esfuerzos y arriesgando cada vez más hasta que…agotado yo y victorioso él, di por finalizada la campaña de limpiar brazales de este año, y me fui a descansar de tan dura contienda.
¡QUE INESPERADO Y ALECCIONADOR ESPECTACULO! Cuánto más observo lo que sucede a mi alrededor, en la vida diaria, en el trabajo, en el comportamiento de las gentes, más enseñanzas extraigo de la conducta de los animales en su entorno natural, libres y expuestos a toda suerte de peligros.
Un ave de no más de veinticinco gramicos, cargada de precauciones, pero con inusitada insistencia y tesón, hizo todo lo que estuvo en su pequeña mano para defender lo que sabía suyo, pese a la desmedida desigualdad existente entre los contendientes.
Todos los trabajadores estamos recibiendo continuos ataques y agresiones realizados por enemigos muy superiores en recursos y en beneficios legales.
En esta etapa iniciada por la nueva dirección estamos siendo objeto de de despidos en diferentes áreas de la compañía y pienso… ojala apareciese en nuestra defensa el valiente pajarico que se enfrento a mí en tan desigual envite, o mejor todavía, ojala todos nos convenciéramos que nuestra obligación es defender nuestros puestos de trabajo y nos convirtiéramos en una bandada de valientes pajaricos para dejar claro a quienes vienen a por lo nuestro que aunque la batalla sea desigual, la libraremos con "furibunda vitalidad" y hasta el último aliento de nuestro esfuerzo.
Carlos Pérez. SDS Celda 2.
